lunes, 26 de octubre de 2015

Inhibición, Síntoma y Angustia (1925/1926)
Algunos antecedentes y articulaciones.

En este texto, Freud elabora las últimas conceptualizaciones en torno al síntoma y la angustia, mas las mismas tienen sus antecedentes a lo largo de toda su obra. Freud, a medida que avanzan los años, retrocede en sus elaboraciones conceptuales. Respecto de la inhibición, del sintoma y de la angustia, por ejemplo, su marco definitorio está también anticipado cuando introduce las neurosis actuales, cuya estructura nosológica se relaciona con la fobia y las neurosis de angustia.
Articular un recorrido del modo en que Freud construye sus elaboraciones no es una labor sencilla; no obstante, intentemos ese tránsito.
Encontramos, verbigracia, claros indicios de su preocupación en torno a la cuestión del sintoma y de la angustia en la época denominada pre-sicoanalítica, es decir, antes de la elaboración de la primera tópica y de la formulación del aparato psíquico: consciente, preconsciente e inconsciente.
Capítulo VII de la interpretación de los sueños donde Freud parte del modelo reflejo que da cuenta de la homeostasis del aparato. (Ver doctrina de los Sueños) y llega hasta su grado máximo de complejizacion. El inconsciente descriptivo y dinámico.
A su vez en 1894 en el Manuscrito E Freud anticipa que la angustia ha surgido por mudanza de la tensión sexual acumulada…, en el manuscrito K aparece como la fuente independiente de desprendimiento de displacer. Léase también Libido transmudada o no aplicada.
La hipótesis auxiliar o representación auxiliar también anticipa la noción de cantidad, en términos de afecto o suma de excitación susceptible de aumento, descarga, disminución y desplazamiento como lo haría una carga eléctrica por la superficie de los campos, esta analogía tomada de la termodinámica da cuenta del principio de constancia u homeostasis del aparato.
El afecto, en tanto, cantidad, es lo que a futuro en la obra va a ser el factor Económico que es una constante a lo largo de todo su recorrido.

(Entre otras cuestiones por ejemplo, la primer enmienda que sostiene que lo reprimido es lo inconsciente, pero “no todo” lo inconsciente es por serlo reprimido, ese “no todo” alude y sienta las bases de aquello que no retorna de lo reprimido, el inconsciente estructural (Ello, en tanto núcleo inconsciente del yo segunda enmienda) que junto con los avatares de la clínica Freudiana lo conduce necesariamente a construir a segunda tópica económica-estructural en el Yo y El Ello (1923)

Estableciendo esa misma analogía podríamos decir que la energía psíquica viaja, se desplaza y puede fijarse sobre la superficie de las Huellas Mnémicas, para esta época (1900) Freud piensa al aparato como un sistema de huellas, estas son las marcas que dejan las percepciones, el inconsciente descriptivo y dinámico.
Hay que recordar que el aparato recibe las percepciones pero no inscribe el contenido de ellas, percepción y memoria se excluyen de cualidad para la conciencia, es decir que rompe con la memoria “clásica”, en tanto duplicación exacta del pasado, por eso afirma en este tiempo que el recordar es: “en sí y por si inconsciente”, las huellas entonces valen como marcas cuya función es la memoria inconsciente.
Cae el contenido de las percepciones, en tanto, que afectan a los sentidos y lo que cuenta es el recuerdo y más adelante las fantasías. Un pasaje del trauma a la fantasía, una cosa es lo que realmente paso y otra muy distinta es lo que recuerdo de ello. Nadie puede recordar exactamente lo que vivió escenas o vivencias del pasado.

Podríamos ensayar en otras palabras lo siguiente:
Inconsciente descriptivo (1900): un estado psíquico de una particular cantidad.
Inconsciente dinámico (1915): un estado psíquico de una particular función.
Inconsciente estructural (1923): un estado psíquico de una particular cualidad.
Marcando como dije, que la noción de cantidad es una constante a lo largo de toda la obra.
Después de 1920 propone el nuevo cuadro estructural de la Psiquis, que es abordado por el problema de la destructividad, (no nos olvidemos que lo termina de escribir algunos años después de la primera guerra mundial), que constituye el comienzo de la fase final de sus concepciones, cae la tesis de que el sueño es un cumplimiento o realización de deseo.
Una cosa es “recordar” lo que realmente paso, en tanto datos de la biografía de un sujeto y otra muy distinta es “repetir” marcas de ese pasado olvidado, como cada sujeto significa un hecho, vivencia o fantasía,  que en tal caso la más de las veces no retorna de lo reprimido. Sobre todo cuando Freud introduce la primera enmienda. El inconsciente “no todo”.
Es esa cantidad, es la energía Psíquica o libido de la pulsión sexual que recorre el desarrollo del sujeto. Sobre todo en el espacio de tiempo donde se transita el periodo infantil.
Hay que recordar que la sexualidad en el sujeto “se asume” en dos oleadas: la de la infancia con una genitalidad aberrante, en tanto, no está al servicio de la reproducción (primado fálico), y la sexualidad que adviene en la pubertad, léase la consumación sexual y definitiva del sujeto, el primado genital que incluye a la sexualidad infantil con todos sus caracteres, traumas y avatares.
Una genitalidad que está incluida y a su vez excluida de la sexualidad, podríamos decir que lo mismo pasa con la cuestión del organismo y el cuerpo, en el sentido que la noción de cuerpo incluye al organismo.
La travesía que va de los cero a los seis años aproximadamente, donde se constituye lo anímico, que algunos la suelen llamar a ese momento del desarrollo como él:
 “embarazo ex tópico” las marcas de la sexualidad infantil, sostiene Freud son las que calan más hondo en el infans, que como su etimología lo indica, significa: “Sin palabras”, el niño antes del lenguaje,  se refiere a todo aquello que le viene del Otro y que lo constituye.
Vivencias y escenas aquello visto y oído sin ser entendido, que son traumáticas porque son de etiología sexual y  prematuras ya que se dan en esa infancia, donde lo que prevalece es el inacabamiento o prematuracion biológica cuyo correlato es la indefensión psíquica, de lo visto: el sueño, de lo oído: las fantasías, y de las vivencias sexuales: la neurosis.
En la neurosis la trama se dibuja en torno a que ama al padre, que vive de prestado y que sabe mucho.

La neurosis es equiparable a la neurosis traumática y nacería de la incapacidad de tramitar una vivencia con afecto hiperintenso… la enfermedad neurótica adviene si el yo pierde la capacidad para colocar la libido (Freud 1916/1917)

En una explicación,  o una aproximación neurofisiológica que se anuda al principio de constancia que pronto no le va a alcanzar para explicar al sujeto de lo inconsciente y que por tanto rompe la homeostasis del aparato y a posteriori construye el principio de placer displacer. Freud establece la diferencia elemental entre el estimulo y aquello “endógenamente generado”, “tensión sexual somática” el “apremio de la vida” y dice:
Los estímulos los podemos clasificar de dos maneras “internos” por ejemplo: el hambre, dormir, necesidades fisiológicas etc. Y los “externos”  por ejemplo: pincharse una mano, escuchar y/o ver una voz y/o una imagen etc.
Ambos se ubican, por así decir, “en el plano de la necesidad”. Mero organismo que es propio del orden natural, es decir los animales.
Los estímulos actúan de un solo golpe, existe la respuesta adecuada, existen dos maneras de responder, la acción o la palabra,  esta última,  también es del orden de la acción, dado que si me quemo la mano con retirarla del fuego basta para acallar el estimulo, tengo hambre ingiero alimentos y el estimulo se extingue. “Modelo reflejo” homeostasis del aparato.
Pero ante aquello endógenamente generado, el apremio de la vida, el Drang, (la pulsión), no existe la respuesta adecuada, dado que no actúa de un solo golpe, es una exigencia de trabajo constante para el aparato. La necesidad ya no es pura, los estímulos se conectan estrechamente con la conciencia que: es la que “Siente” esas impresiones siempre bajo la serie placer-displacer.
Aunque este displacer más adelante en la obra, sobre todo después del Mas allá del principio de placer, se complejiza respecto de si es propio del retorno de lo reprimido o de otro orden.  (Ver la dimensión muda del terror, el eterno retorno de lo igual y la repetición). Este objeto perdido que queda inaugurado es el que engendra una diferencia estructurante entre lo buscado y lo hallado, esto es precisamente lo que estructura al deseo en tanto humano opuesto al “Wunsch” en tanto anhelo. Es el orden simbólico o su des-orden lo que determina ese espacio de encuentro parcial con el objeto. Es dentro del orden de la palabra, en su interdicto que el inconsciente, tal como Freud lo definió muestra al deseo.
La pulsión, se articula alrededor de ese objeto parcial como instrumento de la ganancia de placer (lustgewin) y oscila entre la variabilidad y la fijación.
Primero homeostasis o equilibrio del aparato
Luego dice a mayor tensión displacer, menor tensión descarga placer.
Más adelante dice a mayor tensión placer, y pone como ejemplo los actos previos al coito.
Recién en 1920 Freud. Redefine la noción de pulsión que introdujo en 1905 allí veremos que el interior-exterior del objeto parcial Das-Ding de la pulsión será anterior desde el punto de vista lógico, no cronológico, al registro del narcisismo que a diferencia de este no es observable y no tiene representación por la imagen.
El deseo en tanto,  como lo piensa el Psicoanálisis se desliza y desplaza dentro de la cadena Significante (Desplazamiento), como no realizado por definición, y a condición de poder realizarse ahí en lo no dicho en ese lugar de hiancia, de agujero, de precipitado, de abismo que inaugura el sujeto del Inconsciente. Este sujeto se encuentra en todos sus dichos como parletre por fuera del objeto que lo causa, por fuera de la sobre determinación Psíquica. El deseo para Lacan es la metonimia (desplazamiento) de nuestro ser.
En el origen la muerte de la cosa por la palabra, muerte de eso que éramos, perdida e inauguración a la vez,  momento no fechable para el advenimiento de un sujeto, momento no cronológico, que está dado por el trauma, que resta y esta por fuera de la posibilidad de ser dicho, es lo que da origen, se ubica allí en el seno del proceso primario, en el lugar mismo de la cosa “causa”, de la cual todo depende, todo lo que sigue, hasta la fenomenologizacion de esa estructura.
Como renuncio a las exigencias pulsionales a partir de la cultura, sublimo, se fortalece la razón y se crea un espacio propicio para la imaginarizacion del empleo pulsional.

La sexualidad en tanto traumática se anticipa así como esa “tensión sexual somática” que no es posible tramitar a través de la palabra, que no admite derivación a lo psíquico, una angustia sin texto o representación palabra.
Somática alude a aquello que es el cuerpo pero también el organismo, por eso Freud dice que es un concepto “fronterizo” entre lo anímico y lo somático, es decir es un borde mitológico que disuelve ese límite puro entre el organismo como conjunto de órganos y el cuerpo que es todo aquello afectado por el lenguaje, el entrecruzamiento de los tres registros en Lacan con los cuales comenzó su enseñanza en el llamado Informe de Roma (1953) lo imaginario del cuerpo, lo simbólico del cuerpo y lo real del cuerpo.
Rompe el estatuto de la necesidad del organismo. La pulsión da cuenta del pasaje del organismo al cuerpo, ambos dos se incluyen y se excluyen a la vez: seguimos siendo organismo pero al momento del advenimiento al lenguaje este organismo en tanto mortificado (Krankung) asume el estatuto de cuerpo. Si se me permite la expresión somos un organismo y tenemos un cuerpo. (Ver  Fort-da y el Estadio del espejo) un pasaje de la naturaleza a la cultura…
La barra del $ (sujeto barrado) en Lacan da cuenta de ello, la escisión de conciencia es el sujeto afectado por la sexualidad. Esa barra es la represión primaria que asume la base del edificio del Psicoanálisis.
El conflicto estalla entre la instancia Psíquica del yo y la sexualidad.
Esta se diferencia de la función genital que está al servicio de la reproducción y perpetuación de la especie y coincide con el orden natural. La anatomía es el destino dice Freud, afirmación que Lacan cuestiona dado que no explica las aberraciones y desvíos sexuales respeto de la meta y el objeto de la pulsión, el destino implica necesariamente la lógica del falo en tanto función.
En la función genital la oposición reza Pene/Vagina, dato anatómico, mientras que la sexualidad la oposición se articula en un primer momento pene ausencia de pene, que va a resultar más adelante con la formula falo/castrado.


Si el reconocimiento de la posición sexual del sujeto no está ligada al aparato simbólico, el análisis, el Freudismo, pueden tranquilamente desaparecer, no querer decir nada. El sujeto encuentra su lugar en un aparato simbólico preformado que instaura la ley de la sexualidad. Y esta ley solo permite al sujeto realizar su sexualidad en el plano simbólico “El Edipo quiere decir esto” (Lacan,  Seminario III Pág. 242)

Una manera de poder observar en este tiempo la matematizacion en Freud que en Lacan se hace constante. “Matematizar para no imaginarizar” hacer fórmula para “no” poner donde no hay. Y para que la transmisión de dichos conceptos se pueda dar sin residuos imaginarios.
En términos Euclidianos podríamos decir que la sexualidad es el conjunto A que incluye y a su vez excluye a la genitalidad conjunto B. lo mismo podríamos articular como dije para el organismo y el cuerpo. El cuerpo incluye al organismo y a su vez lo excluye en tanto que ya no es más lo que era.
En 1895  Núcleo Patógeno, en 1915 Fijación de la pulsión al objeto, en 1920 Núcleo inconsciente del yo, Núcleo de Compulsión de repetición, lo no solucionable, pura cantidad volumen hipertrófico de energía psíquica que el yo no puede tramitar, causa la repetición que es un intento fallido de tramitar y ligar psíquicamente. Sabemos que son los procesos secundarios los que ligan la energía libremente móvil.
 Lo sexual es lo indecoroso aquello de lo que no se habla, no es fácil indicar el contenido de lo sexual, todo aquello que no es genital es lo sexual se relaciona con la diferencia entre los sexos. Pero como la pregunta esencial es: ¿cómo se inscribe en cada sujeto esa diferencia anatómica? que es innegable, esa inscripción da cuenta de alguna manera de la posición del sujeto respecto de su sexualidad definitiva, que a su vez se relaciona con el fantasma y por tanto con el lenguaje, el deseo y el goce. (Ver El Fantasma)
 Ahora bien: Si  el núcleo de lo sexual es la reproducción corremos el riesgo de dejar muchas cosas por fuera, que nada tiene que ver y que no están al servicio de la reproducción, la satisfacción sexual que siempre es parcial se da en dos planos:
Por un lado en el plano de la realidad y por el otro en el plano de la fantasía, son los deslices y extravíos de la pulsión. No hay objeto en norma de ahí que puede ser para la satisfacción pulsional cualquier objeto. En cambio para los estímulos si hay objeto en norma.
Los síntomas neuróticos son satisfacciones sustitutivas, formaciones sustitutivas, y es la práctica sexual de los neuróticos, la angustia neurótica nace de la libido, sobre todo la libido no aplicada, a la espera de algún significante que la vectorice, que la represente  El síntoma va a resultar en alguna medida más soportable al yo que soportar esa sexualidad traumática que no retorna de la reprimido, “la angustia de castración”
Los sádicos cuya aspiración tierna es infligir dolor, y los masoquistas cuya aspiración tierna es soportar dolor. Los órganos del cuerpo tienen una función fisiología pero también, en tanto zona erógena tienen una función sexual. (Están afectados) han dejado y han subsumido el aspecto fisiológico para lo cual han sido creados.

“Un ejemplo de ello sería cuando alguien consulta al médico por una alteración del funcionamiento del ritmo cardiaco las llamadas palpitaciones o mas técnicamente hablando las denominadas taquicardias, el médico examina al paciente, lo aborda con los instrumentos clínicos pertinentes, primero, la presión arterial, luego lo ausculta, luego el electrocardiograma, ecocardiograma, ecodopler,  ecostresss etc., hasta que concluye en esos  actos médicos que el corazón del paciente no tiene ningún indicio de patología cardiaca.
Pero el paciente sigue con sus palpitaciones…
Podríamos pensar en ese caso que el órgano en cuestión asume una alteración que no encuentra su etiología en algún compromiso orgánico, fisiológico y/o anatómico. La respuesta para un abordaje desde otro dispositivo seria: en este caso, si se me permite la expresión, poner a hablar a ese corazón…”

Compromiso orgánico muy particular y especifico que podríamos encuadrar en aquello que Freud denomino las Neurosis de angustia, que en tanto facilitación somática de las psiconeurosis son un desafió para la clínica de hoy como lo fue en su momento para la clínica de los primeros tiempos de Freud.
Cabe aclarar que las Psiconeurosis o neurosis de transferencia son las llamadas:
Histeria de defensa, Neurosis Obsesiva y la Fobia.
En algún otro pasaje de la obra Freud establece y menciona que no existe un límite puro entre las Neurosis de angustia y la Histeria de conversión, mucho de los síntomas de una son susceptibles de observar y descifrar en la otra…


Cuando hay exceso de una cualidad de una determinada cantidad hay alteración de la función meramente biológica y/o fisiológica de los órganos,  fuimos y somos un organismo pero también a partir de cierto momento del desarrollo tenemos un cuerpo.
Los síntomas expresan la lucha y el conflicto entre la satisfacción y la defensa esta satisfacción sabe imponerse y la mas de las veces se trueca en mortificación
“ver Krankung cuya raíz  etimológica en Alemán alude a Krankeit refiere a todo aquello tolerado en silencio” “enfermedad” Tomo III Pág. 38
El síntoma no es un retoño directo de lo reprimido sino porque entre  el síntoma y las impresiones infantiles se interpone la fantasía.
De una V.S.P.T (vivencia sexual prematura y traumática) propia de la infancia hace falta que se intercale la pubertad y un segundo momento traumático que re-significa la mudez (algo así como un resto preconsciente) del primero (Natchtraglich) lo que da cuenta de los tiempos lógicos y no cronológicos.
Son los que permiten pensar en los dos tiempos del trauma. (Base del grafo del Deseo en Lacan) Cuya características necesaria es que se interponga la genitalidad adulta, comandada desde un antes lógico por la sexualidad infantil, ya ningún niño respecto de esto y después de Freud, es inocente. De ahí que la constitución sexual definitiva dice Freud es en dos oleadas, a la Sexualidad infantil con la lógica Falo/castrado se le suma, por así decir, la genitalidad cuya lógica y oposición es Pene/Vagina
El pasado está por venir el futuro ya paso, (base en Lacan del grafo del deseo)
Más adelante Freud no concibe a la angustia como libido transmudada sino como una reacción frente a situaciones de peligro. Y diferencia la angustia en tanto señal y apronte angustiado, y la angustia Traumática o automática es decir, la angustia de castración. Donde lo que prevalece en el sujeto es el factor sorpresa la dimensión muda del terror. Una cosa es pensar y conceptualizar la Angustia como afecto que coincide con el Principio de placer y otra es pensarla como primordial, que és la que desestructura al Yo y abole al sujeto y hace que fracase el principio de placer, por tanto coincide con el Mas allá.
El aparato recuerda su imperfección siempre fallidamente (repite) no recuerda, cabe mencionar que para Freud en sus primeros escritos como dijimos el recuerdo era en sí y por si inconsciente.
Compulsión de repetición como fenómeno clínico pero en el Más allá del principio de placer le atribuye características  pulsionales, núcleo primario, es la naturaleza mas intima de las pulsiones, pulsión de muerte que hace caso omiso al principio de placer, este cae destronado, de ahí en más el imperio y el gobierno de la vida anímica va a ser el Mas allá.
Freud afirma:
Es innegable que la mayoría de las personas no pueden evitar el displacer, si esto ocurriría el Psicoanálisis no existiría y a Freud se le hubiesen caído, valga la expresión, veinticinco años de trabajo. (Ver primeros renglones del capito tres del mas allá)
Ya los sueños no son cumplimiento o realización del Deseo en tanto la función de estos en la primera época eran ser el guardián del dormir, lo protegía al sujeto para que siga durmiendo, los sueños de angustia contradicen esta tesis, dado que despiertan al sujeto con renovado terror, el soñante no puede seguir durmiendo y “despierta” con sobresalto, concluye Freud con la tesis de que los sueños son un “intento” del cumplimiento de deseo. Cualquier sueño o pesadilla da cuenta de esto. (Ver sueño: Padre no ves que estoy ardiendo), ese despertar habla y nos muestra una nueva realidad, que no es ni la realidad psíquica, ni la realidad material sino un nuevo despertar a una realidad traumática, el crudo espectro de ese núcleo infranqueable que es el Ello. Lo real en Lacan.


El mundo interno y lo externo se alteran y tienen estructura topológica, como una Banda de moebius. Hay un interior excluido (lo ex timo en Lacan), hay un afuera que no está discernido dentro… para entender esto hay que remitirse al Historial del pequeño Hans, en el afuera, el temor (fobia) de ser mordido por el caballo “Síntoma observable verificable en la realidad” lo no discernido que Freud construye és que el síntoma remitía al temor de ser castrado por el padre.
Recordemos que la neurosis es una respuesta a la operación, en tanto función, del significante del nombre del padre. Al igual que la psicosis y las perversiones.
Son estructuras clínicas modos de responder a la falta. Las neurosis comienzan con una pregunta por el saber de la falta, la presencia de la ausencia de la cual paradójicamente el neurótico nada quiere saber.
A partir de Inhibición, síntoma y angustia el que estructura el aparto es el complejo de castración, la angustia por tanto tiene una función ontológica donde resplandece el ser. En la angustia desaparecen los argumentos, experiencia analítica, en tanto, des argumentación del sujeto.
La castración aparece como un punto de exterioridad, el trauma se hace interno a la estructura. En el punto del despertar irrumpe lo no ligado, lo único que “anuda” al sujeto es la angustia, no está representado encuentro con un punto de falta, hay síntomas historizables y determinados Psíquicamente, las fobias lo que hacen es abrir un punto de exterioridad al aparato. Los caballos, los ascensores, Etc.
En cambio en las neurosis obsesivas, no hay tal punto de exterioridad, se desplaza hacia el Súper yo. (Goce del pensamiento). Cuyo antecedente está en la época de la histeria cuando Freud plantea la “histeria de defensa” o de conversión,  a Charcot, Breuer y Janet la comunidad médica Psiquiátrica de la época y menciona los tres destinos del afecto:
Al cuerpo en la histeria de conversión, a la representación del objeto en la fobia, y en la neurosis obsesiva ese afecto queda en el ámbito de la vida anímica que por enlace falso se asocia a una representación menos intensa y mas conciliable al yo, por ejemplo el ritual obsesivo.

Las escenas primarias:
De seducción: ¿Qué fui para el otro?
De castración: ¿Cómo deje de serlo?
Y por ultimo: ¿De qué pacto amoroso vengo?
Configuran el espectro fantasmatico para el sujeto, podríamos agregar la siguiente pregunta
¿De qué Real vengo? se podría afirmar que esta ultima incluye a las tres anteriores. Interrogantes que deberían ocupar el centro pivote de la transferencia en la situación analítica.
El síntoma esta para evitar el desarrollo de angustia, evitar la situación de peligro, es la manera que tiene de responder el aparato, ante la angustia de castración.
                       
 Aquí distinguimos de nuevo con buen fundamento entre dos casos: que en el Ello suceda algo que active una de las situaciones de peligro para el Yo y lo mueva a dar la señal de angustia a fin de inhibirlo o que en el Ello se produzca la situación análoga al trauma de nacimiento, en la que la reacción de angustia sobreviene de manera automática. Ambos casos pueden aproximarse si se pone de relieve que el segundo corresponde a la situación de peligro primera y originario, en tanto que el primero obedece a una de las condiciones de angustia que derivan después de aquella. O, para atenernos a las afecciones que se presentan en la realidad: el segundo caso se realiza en la etiología de las neurosis actuales, en tanto que el primero sigue siendo característico de las Psiconeurosis.
Freud, S  I.S.A Pág. 133 Amorrortu Editores


Este párrafo sintetiza de manera esclarecedora la clínica actual, (ver pág. 114 T. III “Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de Neurosis de angustia”)  y su vez (ver Capítulo VII pág. 118/124 de Inhibición, Síntoma y Angustia cuando compara los mecanismos psíquicos en la Fobia “Hans” y en la Neurosis Obsesiva “El ruso”)
Los bordes que se suscitan entre las dos estructuras dan cuenta de cómo responde el aparto ante la situación de peligro en ambos casos.
Dijimos que hay un punto de exterioridad en las fobias que asume el carácter de una proyección,  que en las Neurosis obsesivas se hace evidente en: la angustia del Yo frente al Súper yo, esté ultimo es para las Psiconeurosis la situación de peligro en sí misma.
La angustia siempre es ante algo, no es sin objeto, un peligro realista notorio que se anuda a un peligro pulsional no discernido, una respuesta en términos de expectativa del trauma y una repetición amenguada de él. La angustia es pérdida y separación, y se podría afirmar que el camino de la vida es eso en sí mismo.
Pérdida y separación:
Primero del vientre materno, luego del pecho materno, luego de la heces, y el falo que, en tanto, Ser y Tener asume una función permutativa y de intercambio, a la manera de una ecuación simbólica, con esos objetos que: por excelencia marcan el destino del sujeto, hace que cada quien asuma su sexualidad que siempre es traumática de manera singular. Las cinco formas del objeto a minúscula en Lacan, Seminario 10.
Cabe aclarar a la manera de conclusión que el Síntoma está al servicio de evitar el desarrollo de angustia, evitar la situación de peligro que siempre es del orden de lo que no retorna de lo reprimido, irrumpe sin el decurso de las representaciones, por tanto (si se me permite la expresión) es más tolerable para el yo, por ejemplo en el caso de Hans el temor a ser mordido por el caballo, que soportar el peligro de castración angustia sin señal y apronte.
  



Bibliografía:
S. Freud: Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de Neurosis de Angustia. Amorrortu 1894
S. Freud: “Tres ensayos de una teoría sexual” Amorrortu 1905
S. Freud: “Pulsiones y destinos de pulsión” Amorrortu
S. Freud: “Introducción al narcisismo” Amorrortu 1914
S. Freud: “Inhibición síntoma y angustia” Amorrortu 1926
S. Freud: “El yo y el ello” Amorrortu 1923
S. Freud: “Conferencias de introducción al Psicoanálisis” Amorrortu Parte I,II,III 1915/1917
J. Lacan: Seminario III Paidos 1955/1956
J. Lacan: Seminario X Paidos 1962/1963


viernes, 11 de septiembre de 2015

Introducción al Estadio del Espejo, su relación con el Fort- Da
De Freud a Lacan.

Presentado en el Congreso de Marienbad en 1936 y 13 años después lo presenta en el congreso de Zúrich, forman parte de la contribución de Lacan a la Psiquiatría, en 1953 funda su enseñanza en lo que se denomino el discurso de Roma con los tres registros:  Lo imaginario, Lo simbólico y Lo real.
El niño hasta los 6 meses de edad carece de coordinación motriz, ese carácter prematuro es natural, se encuentra inacabado biológicamente, lo que se denomina prematuracion biologica, lo que no ocurre con su sistema visual y con su sensorio en general, que está relativamente avanzado en madurez, pudiéndose reconocer en el espejo antes de haber alcanzado el control de sus movimientos corporales.
El estadio del espejo revela un dinamismo libidinal, el niño inviste su propia imagen, y se aliena a ella, en otras palabras, lo que ve de la imagen de sí mismo supera su coordinación motriz y a su cuerpo fragmentado.
Lacan distingue el conocimiento con su carácter imaginario, (en el orden de lo imaginario se trata del deseo de reconocimiento del otro semejante) del saber que tendría un carácter simbólico. (En el orden simbólico se trata del reconocimiento del deseo) (Gran Otro). Tanto el conocimiento, como su correlato, el desconocimiento, hacen parte del autoconocimiento propio del registro imaginario.
Es por la vía del reconocimiento de su propia imagen reflejada en el espejo que el sujeto llega al conocimiento de sí mismo, constituyendo su «yo», el cual, en última instancia, es un tipo ilusorio de autoconocimiento. Es éste conocimiento imaginario de sí mismo, alienado en el reconocimiento.
La fase del espejo es un drama cuyo empuje interno va desde la insuficiencia (prematuracion biologica y su correlato animico) a la anticipación, la agresividad está ligada al concepto de narcisismo.
La constitución del yo en tanto (moi) como otro semejante. Tiene que ver con un interés lúdico, es un juego que hace el niño entre los 6 meses y los 18 meses juega con su imagen que le viene del otro, cómo la posición del otro regula el espejo, es la función materna en tanto otro la que constituye el proceso formativo. Es una experiencia a partir de la cual el niño/a realiza la conquista de la imagen de su propio cuerpo. La identificación primordial del niño con esta imagen va a promover la estructuración del yo (je) simbólico, mientras que el yo (moi) imaginario se refiere a sí mismo.
El yo (moi)  imaginario es donde prevalece la imitación el otro semejante, la “a” autre minúscula en Francés, mientras que el yo (Je) se relaciona con la posibilidad de simbolizarse. El niño se sabe a sí mismo a partir de un determinado momento del desarrollo del yo. La “A” Autre mayúscula en Francés.
Se podrían observar tres fases del Estadio:
1)
Interés lumínico, mímica iluminante, la mímica tiene que ve con la imitación, característica esencial de lo Imaginario.
2)
Se produce un jubiloso ajetreo, que lo conduce a la captación de la imagen distintos movimientos y diferentes posiciones corporales el cuerpo hacia delante. Erguirse en tanto niño falo de la madre.
Desde lo biológico no puede lograrlo porque hay insuficiencia, lo logra desde la anticipación que es ortopédica. Retomare.
3)
Suspende el movimiento postura más o menos inclinada, es el momento de mayor captación imaginaria “el és esa imagen” un efecto de clic de la imagen captación “Aha Erlebnis”, que vale como interjección,  algo así como “caer en la cuenta”, se relaciona esencialmente con el advenimiento al lenguaje articulado con el Fort Da Freudiano.
En este caso el significante Fort representa a un sujeto para otro significante Da, que lo lanza a la cadena, a partir de ahí el sujeto es: en tanto sujeto del discurso.
El estadio del espejo es por un lado un fenómeno libidinal, y por el otro es un proceso de identificaciones. Formador de la constitución del yo pensada como proceso, en tanto que Freud ya situaba que: “no hay una unidad comparable al yo apenas se nace”, se forma el yo como proceso libidinal y de Identificaciones se remarca el carácter Imaginario del yo. El yo es un desorden de identificaciones que el yo desconoce, para entender este texto hay que tener presente como introduce Freud el narcisismo cuya libido yoica va del yo a los objetos, ese dinamismo es la reversibilidad libidinal que existe entre el yo y el objeto.
La serie autoerotismo, Narcisismo, elección de objeto, da cuenta del desarrollo del sujeto teniendo en cuenta que el objeto es siempre la representación del mismo.

 “nos formamos así la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida después a los objetos; empero considerada en su fondo ella persiste“
                                                                                                       S. Freud T. XIV pág. 73

En esta serie Freud ubica el narcisismo primario la que no se cede de la libido yoica,  no es observable y el narcisismo secundario que se ubica en ese dinamismo o reversibilidad libidinal. Investir y desinvestir los objetos. Que es un observable clínico, un ejemplo de ello es el estado de enamoramiento, y también el lugar análogo de fascinación que ocupan las masas respecto del líder.
Cuando hay detenimiento en esa reversibilidad hay patología un ejemplo de ello serian las Neurosis Narcisistas, fobias etc.

Para poder entender al yo como proceso de identificaciones, por otro lado destaca el valor de la Imago que tiene que ver con una cuestión subjetiva a diferencia de la imagen que comporta lo que está del lado del objeto, para Lacan la imago comporta el valor de Ur-bild, (Imagen Primordial) y matriz simbólica que forma el borde Yoico desde donde hay formación identificatoria. Esa Ur- bild tiene un efecto informativo identificación de… y un efecto formativo identificación a…, esa imago comporta un valor libidinal, para Lacan es una matriz de carácter preexistente y formativa cuya función es ortopédica Ur-bild, el infans que proviene del latín que significa “sin palabras”, el niño antes de hablar, de saberse a si mismo haciendo algo…  de 6 a 18 meses esto va a tener que ver con la importancia de la preexistencia de lo simbólico. Léase la articulación con el Fort-da.
El yo es una construcción imaginaria pero entendiendo por ello cuando Freud habla del yo del narcisismo, lo que se privilegia es la función fascinante de la imago del cuerpo allí adviene un yo donde no lo hay. Ahí es donde el niño es pura insuficiencia, adviene un yo por que la Imago como dijimos tiene función ortopédica. Del lado de la insuficiencia ubicamos la prematuracion biológica, la incoordinación motriz y el cuerpo fragmentado, y del lado de la anticipación ubicamos esa unidad que le viene de la imagen como totalidad exterior, gestalt totalizante, ley de buena forma y pregnancia de la imagen y la forma ortopédica de esa totalidad. Existe una alienación imaginaria cuyo estatuto es una armadura asumida de una identificación enajenante.
La libido ofrece la eficacia de la imagen del yo en tanto objeto libidinal de ahí parten los pseudópodos (ver Pág. 73) que invisten a los objetos y por otro lado el proceso de identificaciones o gestalt primordial ubicada en el campo del otro, que forma la matriz simbólica tronco de identificaciones sucesivas…el yo en tanto suma de disfraces es puro desconocimiento.
El concepto de identificación está en toda la obra, tanto de Freud como de Lacan pero nunca explicitado, pero sabemos que la constitución del sujeto por un lado, como la constitución del objeto por otro, depende de las identificaciones.   
Cuando el sujeto adviene al campo del otro, al mundo simbólico, el organismo como  conjunto de órganos queda afectado por el significante.
El significante preexiste al sujeto.
El cuerpo incluye al organismo y a su vez lo excluye, a partir de la mortificación significante pasa a ser un organismo subvertido, atravesado por las marcas que el lenguaje deja en cada percepción. Somos y tenemos un cuerpo.

El cuerpo asume también tres dimensiones:

Imaginario:
Surge de la identificación con la imagen que la mirada del otro le devuelve unidad totalizante del cuerpo.

Simbólico:
Mortificación del cuerpo, atravesado por el lenguaje parcializado en zonas erógenas, cuerpo libidinizado y deseante, y su relación al deseo del otro.

Real:
Organismo, pura vida biológica, lo que se pierde por el advenimiento a lo simbólico, al campo del otro, es esa pura carne insignificantizable, cuerpo imposible y cuerpo de goce.
El cuerpo en tanto superficie de inscripciones y marcas.

La Imago  comporta para Lacan una matriz de carácter preexistente y formativa cuya función es ortopédica dado que “no todo” es especularizable aquello que no se refleja es del orden de lo real.
Por un lado Insuficiencia: cachorro humano. Cría humana.
Por otro Anticipación: del otro lado del espejo se le precipita un yo con las dos acepciones un precipitado a la manera de cómo se lo entiende en la química, anticipación, ahí donde el niño es pura insuficiencia ahí adviene el yo por la función ortopédica de la imago.
El yo es puro desconocimiento, el yo es otro.
Quien soy yo, no soy yo para decirlo.
Otro me dice como soy yo de acuerdo a como me desea (Deseo del Otro), lo que queda como algo que acecha es la fragmentación del yo.
Lo real no es la realidad, es aquello que vuelve siempre al mismo lugar, en otras palabras parafraseando a Freud es ese “Eterno retorno de lo igual” Súper-yo, pulsión de muerte, repetición y masoquismo.
A lo real no le falta nada.
No es casualidad que Freud introduzca el juego infantil en el Más allá del principio del placer,
dado que este texto inicia el camino de las últimas conceptualizaciones Freudianas, en su relato, en tanto agudo observador, describe lo que observa:
A su nieto de 18 meses jugando.
Menciona en dicho texto entre otras cosas “el gran logro cultural” que daría cuenta del advenimiento del niño al universo simbólico, es decir el lenguaje. Que lo preexiste.
Podríamos afirmar que no importa tanto lo que Freud ve,  sino lo que está queriendo transmitir, se sabe que a través del juego el niño experimenta placer, en ese sentido podemos afirmar que juego y placer se incluyen, sucesivas veces los niños le piden a sus padres repetir el juego que le dispensa mucho placer, pero lo que hay que marcar en este texto es que el juego y el placer se excluyen en el sentido de que el niño repite más veces aquello que le provoca displacer, (el Fort) intento fallido de ligar psíquicamente esos volúmenes hipertróficos de energía, que en este caso sería lo que “posibilita” la partida de la madre. Una renuncia pulsional que exige ser tramitada.
Es un intento de tramitar esa partida en tanto pérdida, pero no solo es esa pérdida, la de la partida de la madre, sino también la pérdida de su mero organismo, una pura biología sin muerte. Como dije, el advenimiento al lenguaje subvierte al organismo y lo mortifica.
Él mismo es el objeto, en este caso es el carretel una parte importante de sí mismo, en el juego hace que se va y exclama una interjección “Fort”, que significa “Lejos” “fuera” “se fue”, y cuando recoge con el piolín del carretel que tira dentro de la cuna exclama un “Da” que significa “ahí” “acá esta”, aparece y desaparece, que es la característica esencial del lenguaje “hacer presente lo ausente”.
Una cosa es el niño que juega y otra el sujeto que se constituye.
Otra perspectiva importante es el hecho de que aquí el juego y el placer se excluyen.
Y por ultimo Freud afirma que la valoración afectiva no es lo relevante dentro de la escena, lo que da por resultado el gran logro cultural.  Por tanto hay un antes y un después del fonema Fort, el niño ya no es mas lo que era. Un pasaje de lo imaginario a lo simbólico.
Es un empezar a saberse jugando, consumación del lenguaje que lo consagra a la vida en tanto parlante ser, y lo profana en tanto que queda inaugurado el deseo, cae la necesidad pura.



Bibliografía
J. Lacan: “El estadio del espejo” Escritos I Siglo XXI Editores.
S. Freud: “Introducción al Narcisismo”  Tomo XIV Amorrortu Editores.
S. Freud: “Mas allá del principio del placer” Tomo XVIII Amorrortu Editores.



domingo, 9 de agosto de 2015

Literatura. 

Roma

A-ROMA  que emana de esa ciudad  hermosa, impersonal y mundana.
¡Qué diversa que es!
Ocupa el arco de todo lo que alguien se pueda imaginar de un lugar, de una ciudad, como de una mujer. No de una Dama.
Estuve con mi hijo, una semana de marzo… yo salía, él se quedaba en el hotel.
Pocas veces me acompañaba, yo inquieto por caminarle las calles. Por sentirla en mis zapatos.
Su sublime historia, que se escurre en el presente.
Siempre terminaba en la Termini, tomando un vino de chinos.
Igual me la traje puesta, la añoro; añoro eso que me hizo sentir sin hablarme, aunque creía que no estaba allí.
Son fugaces instantes, impetuosos, que me transportan, con una profunda extrañeza.
En uno de los días fuimos a un palacio. Dentro del mismo llore.
Al salir, seguía llorando.
¿Y ahora qué te pasa? Me preguntó mi hijo.
Nada le dije, en realidad me pasaba de todo.
Al margen de muchas cosas que la gente pueda pensar del catolicismo, le dije:
¡Qué a esto nadie lo toque! Mi rostro se acongojaba, se fruncía con ese amor angustioso, a medida que me iban brotando las palabras.
A lo largo de la historia, ¡de hecho nadie lo tocó!
Mi hijo me dijo,  tenes razón, eso ha sido así.
¿Por qué nadie lo tocó? ¡Ni siquiera eso implacable que son las guerras!
¿Qué hay ahí que transciende? Acaso sea que a ese lugar no lo marca el tiempo.
Me la traje, a pesar de que la tuve que dejar igual que a mi hijo, que un viernes por el mediodía se volvió a Milano. Me quedé solo como tantas veces,  pero esta vez fue en Roma. Necesitaba volverla a pisar pero esta vez,  con amor.
Esa tarde noche de viernes no sé cómo hice,  volví por lugares que recorrí por última vez en ese viaje. Algunos pocos. Rápido.
Casi sin el idioma, apenas me entendían.
Ese viernes también busqué a una romana, para atenuar mi falta, aunque sea por un rato.
En la Piazza del Popolo, sin el idioma y sin más que mi indecisión, me encuentro caminando sin rumbo y se me acerca a preguntarme, también sola, una mujer de mi edad.
Me puse nervioso, no sabía lo que me decía, pude captar algo por instantes y a medias, le contesté, percibí que algo me entendía, también poco, pero lo suficiente como para poder tomar un café en la plaza. Era de Potenza, no era romana,  Arminda se llamaba. Paseaba también por Roma.
Qué poco que pude saber de ella, todo era contrarreloj, fue fugaz, me tenía que ir a tomar el avión. Volaba el tiempo.
Quería, aunque sea traerme algo de ella, el teléfono, pero ¿para qué? pensé.
Su mirada me conformaba mientras hablábamos entrecortados con nuestros recuerdos tan ajenos. Y lejanos el uno del otro.
Ni el aroma de ella me traje. Pobre Roma, pobre Arminda se volvió sin mí.
Qué anagrama.

Eduardo Méndez
(www.metaliteratura.com.ar)